E.E.R.: Resistiendo mediante rimas, recordando al rapero antifa Killah P

Written By Fde on 11.7.14 | 11.7.14


En septiembre del año pasado y en medio de una Grecia convulsionada socialmente, un rapero rebelde, Killah P, fue asesinado por neonazis militantes de un partido fascista de ultraderecha que pretendía llegar a gobernar. Este hecho de impunidad, logro hacerse con la vida del emece activista Pavlos Killah P, pero no pudo callar su voz ni su mensaje que vive en las canciones que dejo. Interesante artículo, ¡arriba el rap combativo, no al fascismo!


Imagina en Resistencia “No dejaré que se roben mis sueños”: Pavlos Fyssas
Por el Colectivo ROAR, traducción por Adazahira Chávez


Las desafiantes letras del rapero griego Pavlos Fyssas, conocido como Killah P, asesinado por los matones del partido neonazi Alba Dorada, muestran la valentía y la esperanza que llevaba en su interior.

Cuando fue atacado por una pandilla de matones de Alba Dorada enfundados en camisetas negras, Pavlos Fyssas, de 34 años de edad –un hombre alto e imponente- estaba con su novia y otra pareja. En vez de huir de la escuadra de neonazis, Pavlos intentó facilitar el escape de sus compañeros y confrontó a los agresores. Se mantuvo firme mientras lo rodeó el grupo de entre 20 y 25 rufianes, algunos armados con palos. De pronto, un hombre condujo directamente hacia él, estacionó su auto precipitadamente, salió y apuñaló a Pavlos, dos veces en el pecho y una en el abdomen.

La policía estaba en la escena. La novia de Pavlos y algunos transeúntes les rogaron que intervinieran para detener a los agresores. “Son muchos, ¿qué podemos hacer?”, fue la respuesta. Lo mismo sucedió con la escuadra motorizada DIAS –una de las más temidas y fascistas fuerzas de seguridad-, que se mantuvo impasible mientras los neonazis agredieron fatalmente a Pavlos. Después de ser apuñalado, sobrevivió 20 minutos, e incesantemente dio el nombre del agresor que llevaba el cuchillo, con lo que se facilitó su arresto –el cual, presuntamente realizó una oficial de policía sola, que sacó su arma y lo arrestó, aparentemente contra la voluntad de sus colegas.



La versión policial restaba importancia al ataque haciéndolo pasar por una pelea a la salida de un bar a raíz de un partido de la Liga de Campeones entre el Olympiacos y el Paris Saint-Germain. El portavoz de Antarsya ha negado esta versión y ha denunciado que se trató de un asalto planeado. Entre 15 y 40 personas, identificados por los testigos como militantes de Amanecer Dorado, partido que cuenta con una representación parlamentaria en Grecia de 18 diputados, esperaban a Fyssas a la salida del bar. Al tratar de escapar, un coche le cerró el paso y de él salió un hombre que le asestó tres puñaladas, dos en el corazón y una en el estómago. Fyssas fue trasladado al hospital todavía con vida y moría a las horas. A la mañana siguiente era detenido Giorgos Roupakias, de 45 años, que confesaba tanto el asesinato como la naturaleza política de su acto.

Durante las primeras horas, los portavoces de Amanecer Dorado negaron que Roupakias fuese miembro de su organización y amenazaron con tomar medidas legales contra quienes intentasen implicarles en el asesinato. Sin embargo, la policía confirmaba al periodista Yannis Souliotis del periódico Kathimerini, que habían encontrado el carnet del partido a nombre de Roupakias en su cubo de basura.

Amigos y familiares de Fyssas han denunciado la pasividad policial durante el asalto, que se encontraba en la zona y no hizo nada para parar lo que estaba sucediendo. Según estas fuentes, la policía presente se excusó diciendo que no habían podido intervenir porque los asaltantes eran demasiado numerosos. También han despertado el rechazo de los movimientos de izquierda las declaraciones realizadas por miembros del Gobierno insistiendo en la teoría de un enfrentamiento entre extremistas de signo contrario.

El asesinato de Paulos Fyssas no es un hecho aislado sino uno más de los ataques que han llevado a cabo integrantes de Amanecer Dorado en las últimas semanas. El pasado jueves, mientras un grupo de 30 miembros del partido comunista griego KKE colocaban carteles en el distrito vecino de Perama, un grupo de 50 personas que portaban insignias de Amanecer Dorado los atacaron con barras de hierro y palos de clavos. Nueve de los agredidos tuvieron que ser hospitalizados. Uno de los agredidos fue Sotiris Poulikoyiannis, presidente del sindicato de trabajadores del metal, que declaraba que cuando fueron a por ellos sus atacantes gritaban: “¡nosotros controlamos este lugar, es nuestro!”. “Iban bien preparados y equipados. No fue un ataque casual. Las dos personas al mando del grupo incluso se identificaron”, explicaba Pulikoyiannis. Según declaraciones de Christos Giovanopoulos, la policía no hizo nada en el momento de este ataque. Al final fueron arrestadas un par de personas, pero quedaron en libertad al poco tiempo. "Esto es lo que dio vía libre a Amanecer Dorado para escalar sus ataques", afirma Giovanopoulos.

Respuesta y movilizaciones

Tras el asesinato de Fyssas, esa misma noche se convocaron manifestaciones en el barrio de Keratsini en el que el rapero fue asesinado. En la tarde del miércoles, se llegaron a congregar en el lugar más de 15.000 personas. Mientras el bloque encabezado por el KKE (Partido Comunista griego) realizaba un recorrido por las calles del barrio, otro bloque encabezado por grupos anarquistas atacaba bancos e incluso la comisaría de policía del barrio en que se estaba produciendo la manifestación.

Los enfrentamientos entre antifascistas y la policía, que defendía las sedes de Amanecer Dorado, se repetían en otras ciudades griegas como Salónica, Partasso, Komotinie, Larissa o Patras. En esta última, un ex oficial de la armada italiana disparaba un arma contra los manifestantes, siendo posteriormente arrestado por la policía griega. Para esta tarde están previstas grandes manifestaciones en toda Grecia, coincidiendo con el entierro de Fyssas.

En opinión de Christos Giovanopoulos, "no hay duda de que el aparato más fuerte del que dispone Amanecer Dorado son los propios grupos policiales encargados de la represión de los disturbios civiles, en otras palabras, del "enemigo interior", de las personas que luchan, los trabajadores, etc. Esto es lo que describimos en Grecia como "paraestado", formado por los tentáculos más antidemocráticos del Estado".


No lloraré, no temeré

El mundo se volvió una gran cárcel
Y busco una forma de romper las cadenas.
Hay un lugar que me espera,
En el pico de una alta montaña a la que subiré.
Por eso alzo muy arriba mis manos otra vez,
Para robar un poco de luz de las estrellas brillantes.
No puedo tomarme las cosas con calma y estoy a punto de ahogarme
De esta miseria humana, tanto como el dolor.

No puedo soportarlo más, y toda esa gente no estuvo para mí,
Así que seguí otro camino y no al que me querían obligar.
Era áspero, duro y con muchos escollos,
con malos amores y amigos como serpientes venenosas.
Tenía monstruos con uniformes extraños
Siempre al acecho en las sombras.
No te detengas si decides seguirlo,
Aprieta tus dientes bien fuerte y no llores.
Yo mismo lo tomé y llegué a su final,
Y como los sabios escriben en los libros,
Cuando el sol llegue a su fin,
Las águilas encenderán un fuego desde arriba.
A aquellos que me traicionaron y me apuñalaron por la espalda,
Quiero que sepan que no me molestaré en llorar.
Y a mis antiguos seguidores,
Quiero decirles que no me tomaré la molestia de llorar.
Y a aquellos que me amenazaron con cadenas quemantes,
Quiero que sepan que no me molestaré en tener miedo.
Déjenlos que vengan y me encuentren en la cima de la montaña,
Los esperaré y no tendré miedo.
Me dijeron que no tuviera sueños “locos”,

Que no me entretuviera mirando a las estrellas,
Pero nunca los tomé seriamente,
Tomé al mundo entero en mis brazos.
Hoy quieren construirme un nido
Donde hay más miedo, fealdad,
Gemidos y cadenas pesadas,
Que llevan la maldición de los dioses y la blasfemia.
No derramaré una sola lágrima y no tendré miedo
No dejaré que se roben mis sueños.
Vuelto libre, alto, muy alto,
Mientras ellos están celosos de mis alas sueltas y orgullosas.
Espero a que otros hermanos vengan acá
En esta cima de la montaña los espero,
Siempre y cuando no lloren y teman vivir en este arreglo bien pensado.

A aquellos que me traicionaron y me apuñalaron por la espalda,
Quiero que sepan que no me molestaré en llorar.
Y a mis antiguos seguidores,
Quiero decirles que no me tomaré la molestia de llorar.
Y a aquellos que me amenazaron con cadenas quemantes,
Quiero que sepan que no me molestaré en tener miedo.
Déjenlos que vengan y me encuentren en la cima de la montaña,
Los esperaré y no tendré miedo.






Fuente: Kaosenlared.net y diagonalperiodico.net

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