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Especial HHR: “Nuestra lucha es de clases”

Written By Unknown on 24.8.10 | 24.8.10


En un post anterior comentábamos como aquella idea original de hiphoprevolucion.org creció hasta lugares inimaginables cinco años atrás. Esa historia y el formidable trabajo que el Colectivo HHR realiza en Venezuela fueron contados en una nota de Verònica Abreu publicada ayer en el diario revolucionario Ciudad CCS. Enterate de que va la cosa.


“Nuestra lucha es de clases”

23/08/10.- Hip Hop Revolución (HHR) es mucho más que un colectivo, es una corriente de pensamiento. Su estructura organizativa es una forma de pensar de millones de personas alrededor del mundo que conciben el hip hop como una herramienta pedagógica, de lucha y de militancia. En ese sentido, en toda Latinoamérica, desde hace aproximadamente 10 años, se han dado distintos encuentros y festivales.

En uno de esos encuentros, específicamente en el simposio de hip hop realizado en el parque Almendares en Cuba, varios hip-hop activistas se encontraron para proponer la creación de una red en la que todos aquellos que se sintieran identificados con esta línea de pensamiento y su difusión a través del hip hop pudieran intercambiar ideas. Es de ahí que surge la idea de organizarse como colectivo. El nombre de colectivo es, entonces, una propuesta organizativa que en realidad se traduce en una corriente histórica de pensamiento.

El hip hop lleva consigo la acción revolucionaria como concepto originario y su raíz es el activismo. Ese grupo de activistas que se reunieron en Cuba llegan luego a Venezuela, por ser este un país no sólo ubicado en un punto estratégico geográficamente, sino también por el reciente nacimiento revolucionario que llegó de la mano del presidente Hugo Chávez. De esa forma se escoge a Venezuela como epicentro del movimiento y se crea la Cumbre Internacional de Hip Hop en el marco del 16 Festival Mundial de la Juventud que ya lleva cinco años realizándose y que ayuda a difundir las raíces contestatarias propias de ese movimiento. Cuando ya eran muchos los integrantes e interesados en participar, se decide crear otro movimiento ahora más serio, un proyecto que llegue barrio adentro y con esa gente que ya −gracias a la cumbre− estaba participando se crearon las Epatu (Escuela para las Artes y Tradiciones Urbanas). La información la dio Master, miembro del colectivo, quien junto a Shaman del área, Doguie, Marco y Morgue del gremio, revelaron la esencia que los lleva a moverse con tanta fuerza, en pro de la justicia para quienes más la necesitan y la verdad para quienes son constantemente engañados y viven de ojos vendados por el capitalismo.

HHR por toda Venezuela
A partir de la 4° cumbre fue que se tomó la decisión de incluir a varios grupos que ya estaban empapados en esta corriente y presentarlos a todos en un gran concierto con la firma Hip Hop Revolución. Todos en una tarima, defendiendo ese pensamiento en común. Sin embargo, HHR en Venezuela abarca muchas ciudades, cerca de 150 personas forman parte de él y es por esto que toma cada vez más fuerza, pues quienes comparten la visión de estos jóvenes, así como el amor por el hip hop, se han ido uniendo por ciudades, haciendo que se torne casi imposible el hecho de que todos se conozcan pero igualmente se convierte en un movimiento cada vez más interesante, valedero y unido por una misma causa.

HHR Caracas cohesiona a la ciudad junto a los estados Vargas y Miranda y algunas de las agrupaciones que lo conforman son: Área 23, Black Jack, Treta, Infamia, El Gremio, Cultura Santa, Mc Arena y Mc Robex.

La política lo es todo
Shaman comentó que para él la política está en todas partes, desde el simple hecho de levantarse del lado izquierdo de la cama cada día, hasta su expresión que es su política propia, por eso explicó que le cantan a la política tergiversada, al partidismo que mediatiza a los jóvenes y los aleja de buscar por sus propios medios las mejoras que necesita la sociedad y de preocuparse por su futuro. “La política debe ser utilizada para abrirle los ojos a la gente”. Master añadió que “nosotros tenemos una conciencia de clase que nos exige hacer del hip hop una herramienta no solamente de educación y superación sino de reinvención del nuevo hombre, del nuevo estado, del nuevo barrio”. Esta corriente musical expresa la decadencia de la sociedad, las carencias que la rodean, se convierte en un medio de comunicación a través del cual se hacen denuncias para tratar de generar un cambio positivo, señalaron.

Reivindicando la imagen del hip hoper
Socialmente, este género no es muy bien visto por las elites, que suelen encasillar de “marginales” a quienes viven por y para este movimiento popular. El capitalismo ha aprovechado el boom que ha generado el hip hop y lo ha alienado convirtiéndolo también en un elemento comercial en el que merman los mensajes que liberen de opresión al pueblo, cambiándolos por modas que promueven el uso de prendas costosas y letras en las que abundan las amenazas y grocerías que sólo se traducen en muletillas usadas por carencia de pensamiento y búsqueda de enriquecimiento sin importancia hacia el contenido.

Hip Hop Revolución no se encasilla, combinan todas las tendencias con el fin único del despertar de las conciencias sociales sin importar el estilo. Buscan el reconocimiento social porque forman parte de la urbanidad y de ahí nace la inquietud de decir verdades. Explicaron cómo el sistema obliga a que se desvirtúe la lucha y los luchadores, manipulando los contextos.
Master acotó que “un rapero canta desde el barrio como un grito de lamento”. “Hip Hop Revolución viene siendo la más clara representación del dolor y la inconformidad que siempre ha existido en los pobres y en los excluidos”, afirmó Morgues.

Las Epatu
Las Escuelas para las Artes y Tradiciones Urbanas (Epatu) nacen gracias a la organización de jóvenes que se asumen como militantes que luchan por mantener las costumbres populares que identifican cada región del país. Su meta es generar espacios de discusión abiertos donde los jóvenes puedan investigar y accionar colectivamente y desde la expresión artística incluyente que no se ve normalmente en todos los museos.

Se encuentran dentro de los barrios y pretenden llegar cada vez a más personas, sobre todo a aquellas que se encuentran excluidas.
Combinar el dominio de la palabra, el cuerpo, los sonidos, la pintura y el espíritu con las tradiciones ancestrales negras, indias y campesinas, integrándolas en un solo movimiento y enseñar y aprender a transmitirlas a través de la música, de poemas, de bailes, incentivando así el respeto a las raíces, el aprovechamiento de espacios para el uso del pueblo y su enriquecimiento a nivel social y de conciencia.
Derrumbar el sistema opresor haciendo revolución para avanzar y construir futuro, mediante lo que ellos llaman “comunicación popular y rebelde que no se vende”. Los talleres duran tres meses y pronto se realizarán las primeras graduaciones, celebradas con presentaciones.

Verónica Abreu/Ciudad CCS
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