Una pequeña batalla ganada, crónica y opinión de un reci rebelde

Un puñado de impresiones acerca del recital que se llevo a cabo en la presentación del documental Buenos Aires Rap. Un par de liricas protesta en el festival de cine independiente auspiciado por un gobierno privatizador... 

Una pequeña batalla ganada.

Justicia poética quería titular a esta crónica, como aquella película protagonizada por el mediático carismático y victima del show business Tupac. Pero creo más sintético comprender que el evento ocurrido el viernes pasado por la noche fue algo parecido a una mojada de oreja, una especie de mini batalla ganada al “poder”.

Pongámonos en situación, por estos días se desarrolla un festival de cine independiente, ya en su 16ava edición, el mismo es organizado por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, nació con una onda “indy” y cinéfila de estudiantes afines y fans del séptimo arte de vanguardia, recorrió muchas ediciones y viró hacia evento de moda, trendy y cuasi masivo… en el marco de ese evento tan “PRO” y transitado, mezclado entre sus cientos de películas de todo tipo se cuela un hito (esto da para otra nota) se presenta un documental acerca del rap que se cuece en Buenos Aires.

El documental se estrena con al parecer gran concurrencia de hiphoperos de todo tipo, dicho evento se acompaña de un mini show al término de la proyección. Hago un primer punto aparte; no concurri a la película, pero me comentaron que fue a sala llena, más en la pequeña carpa donde sucedió el concierto no se vislumbraba ni un cuarto de ese público que acudió a ver el documental… una paradoja del asunto, de la escena, del público, ¿Quién sabe?, es para un análisis sociocultural y otra nota tal vez…

Vamos a los bifes, al qui de la cuestión; el mencionado recital acompañaba al estreno y se desarrollaba a una cuadra del complejo de cine, cruzando el barrio de muertos ilustres y burgueses del cementerio de la Recoleta, más precisamente en el Centro Cultural del mismo nombre. Tengamos en cuenta algo, el CCR  es típica sede fija de eventos culturales afines al gobierno capitalino, aquel que con la actual gestión; paradoja dos, promueve el BAFICI, festivales veraniegos masivos, decreta a Tan Bionica embajadores musicales (?) pero cierra la Sala Alberdi, los centros culturales barriales, perjudica talleres y recorta presupuesto para manifestaciones artísticas en pos del lucro privado (mentalidad empresarial digamos).

En fin, el recital era breve como dictan las costumbres de las "premieres", desde el sitio web del festival se anunciaban actuaciones de la banda Clan Oculto, 07scobar y Asterisco. El CCR es un ambiente siempre surcado por un público selecto, de las artes, las “bellas artes”, muchas inauguraciones, muestras retrospectivas, snobs, cools, cócteles y vinos de honor…la antítesis del centro cultural de barrio en el que tenes talleres de múltiples palos mas cerca de vos. 

En ese contexto y esquivando a los mozos del catering y los cinéfilos cholulos que iban tras sus realizadores favoritos ahí subieron al escueto escenario los raperos, empezaron las rimas los oriundos del barrio Ciudad Oculta primero cantando sobre la dureza de la calle y el día a día en el barrio; paradoja tres, tiempo atrás actuaron en el festival Emergente organizado por el gobierno y conmocionada por sus temas la hija del mismo Macri les produjo un videoclip… en el mismo, una banda de bboys de traje y corbata demuestras destrezas entre el paisaje suburbano de "la oculta", enfundados con mascaras de políticos tristemente famosos… claro que no aparece ni papa Mauricio ni nadie relacionado a su mandato.

Luego subirían a escena el dominicano 07scobar a mostrar brevemente lo suyo, algunos mcs a tirar improvisaciones adrenalínicas y finalmente el emece sureño Asterisco.

El show de Asterisco consistió en unos 5 o 6 temas no recuerdo a ciencia cierta, pero fue, desde su arranque con Comoduro Rivadavia, el primer tema entonado, hasta el final un subidón de energía rebelde. Para los que curtimos rap combativo ya conocemos las líricas de este rapero, mucha realidad y rebeldía, mucha protesta y denuncia y es que el chabon tiene razones; asumo que el rap rebelde auténtico surge de mucho más que la necesidad de expresar lo que “se ve”, este tiene un aditivo y es el luchar, el proponer, abrir mentes, divulgar, educar y hasta entretener por qué no… pero aunque más no sea mediante la palabra y las rimas, luchar.

Para cualquier ajeno al estilo, seguro habrán esperado algún juego de palabras promedio, un producto parecido a un  Eminem de acá y muchas muecas sobre el escenario, pero a medida que corrían los temas, par de acapellas también, pareciese que Asterisco captaba la atención de la sala por escaparle al estereotipo y quienes protagonizaban el espectáculo eran las proclamas que escupía… “Macri Fiolo, Scioli narco”, “Fuck police”, “me cago en la clase alta que criminaliza al pobre, al rocho…”, “el Argentino es terrorista…”, “Abajo la yuta, ni un pibe menos” decía el trapo desplegado antes de finalizar el set... calculo que se entiende lo que este artículo pretende decir. 

Las temáticas eran variadas, pero cada canción llevaba el mismo mensaje claro y conciso, una bofetada a los políticos, a la oligarquía, gobiernos, ciudad, nación, a la sociedad adormecida del status quo.

Síntesis y esta vez no hay paradoja alguna; ese “Macri fiolo” a viva voz en una sala del centro cultural de aquel “barrio bien” frente a rockeros hipster, DJs de vidriera, extranjeros cool y un personaje de “seguridad” que no sabia donde meterse, no es un gritito revoltoso “porquesí” nomás, es una declaración de principios. Para ganar las guerras hacen falta librar ese tipo de batallas, entonces ponele que se trato de una pequeña batalla ganada al poder. Parecía dormida la cosa, pero no, ahí esta, viva, así que ¡viva!

Por Fede.-

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