Compartimos una nota de opinión acerca del HH, como para leer distintas visiones o maneras de apresiar el arte que uno hace. Con un enfoque sociológico y filosófico. "El Hip Hop transmite a la juventud desesperada, perdida y asfixiada de los barrios un mensaje de fuerza, de espontaneidad con la vida y con ellos mismos, de lucha en medio de la adversidad, ellos nos invitan a decir “esto es lo que soy”; en sus palabras “este es mi flow”
El tema del artículo, el Hip Hop y su moral, cómo entiendo el Hip Hop y el mensaje que nos transmite a quienes percibimos esta valiosa manifestación artística.
Tal como lo describen sus líricas, denuncian haber crecido en medio de la violencia, restricciones, sufrimiento y necesidad. En muchos casos el sobrevivir a tanto dolor los llevó a refugiarse en las drogas y el delito, lo cual en algunos casos ha sido superado por el llamado del arte o por respaldar a sus familias, especialmente a sus hijos.
El Hip Hop transmite a la juventud desesperada, perdida y asfixiada de los barrios un mensaje de fuerza, de espontaneidad con la vida y con ellos mismos, de lucha en medio de la adversidad, ellos nos invitan a decir “esto es lo que soy”; en sus palabras “este es mi flow”.
El rapero o hiphoper es un luchador, salió a la vida por él mismo, con lo único que nadie puede invadir ni apropiarse, el espíritu. Tal vez salga del barrio, tal vez no lo haga, pero de cualquier manera plantea reconciliarse con la vida, con los sentidos, con el arte. Va disfrutar de su mujer, de sus hijos y de aquellas cosas que le rodean que le traen satisfacciones a su existencia, no va permitir que un entorno nocturno le impida vivir, a pesar del barrio va a ser, a pesar del dolor y el sufrimiento la vida tiene “su mambo” y él lo va a cantar.
No cantan para que se compadezcan, no cantan para que los ayuden, no cantan para que acudamos a apreciarlos como fenómeno social o como prueba viviente de la existencia de un mundo violento.
Ellos cantan para que se sepa que su exceso de fuerza los hace luchadores, sobrevivientes y dadores de un arte que deja constancia de la grandeza del espíritu humano, hasta en las circunstancias más adversas y limitadas en la existencia. El Hip Hop es una nueva moral, una filosofía, es una nueva estética que dará origen a una nueva ética.
Definitivamente, el secreto del éxito mundial del Hip Hop es su honestidad, sus letras les llegan a todos, porque son escritas con autenticidad, son hechas desde el corazón. Los que escuchan las canciones les sobreviene una sonrisa pícara en el rostro y se dicen a sí mismos, “esa realidad, es como lo cantan”.
El Hip Hop es la más auténtica expresión musical del espíritu humano, es la comunicación de una nueva moral, la moral de la valía del ser humano como ser sensible, que ante cualquier cúmulo de circunstancias adversas es capaz de experimentar un arco iris de sensaciones y emociones, las que no se va a dejar arrebatar porque no emerja en el horizonte el futuro más prometedor, así se viva en el dolor.
Sí, el ser humano privado de comodidades en un barrio puede ser feliz, porque cuenta con la fortaleza en su espíritu para no dejarse vencer.
El Hip Hop tiene un punto de encuentro con la Teoría de la Voluntad Irresistible, pero por el camino de la música ¿En qué sentido?
La metáfora par excelence de la Teoría de la Voluntad Irresistible es “la piedra con aletas”, quien es la persona que reúne la fuerza, el coraje, la voluntad para impulsarse a sí mismo, exclusivamente a través de su espíritu (aletas), para que en medio de un mar de la moral, el dolor y el azar, salir victorioso en la reconciliación con su cuerpo sensible, para alcanzar la autenticidad de ser.
Recuerden que la existencia es previa a la esencia. Primero nos vemos obligados a respirar, comer y vivir, para después emprender el hallazgo de nuestra esencia, oculta en el sótano de nuestro ser.
Pasamos de vivir (cumplidores de funciones vitales), a existir (autonomía de vivir en comunión con nuestra esencia).
El hombre y la mujer modernos se proponen el trabajo del escultor, a quien se le impone por delante un monumental trozo de mármol, que tiene oculta la esencia y, que a fuerza de martillazos va desvelando, hasta que se revela la obra maestra del ser, ese hombre y mujer modernos sudan, sufren accidentes con el martillo, se agotan, pero al finas satisfechos y orgullosos se embelezan ante la obra de arte de ser ellos mismos.
Siempre existirán las voces de censura, los moralistas por oficio, las lenguas sin manos, a esos que se dan golpes de pecho, posando sus rodillas en suelo sagrado, que pasan la vida vociferando, se dicen a sí mismo “buenos” y de la boca para fuera dicen que todos somos iguales, pero la verdadera bandera escondida detrás de esta estratagema es “trato igual a los iguales” y “trato desigual a los desiguales”, por lo tanto jamás un trato “igual” a un “desigual”. Pobres de ellos, almas débiles y perdidas que no tiene el valor para aceptar el perspectívismo, que cada quien se formule sus postulados cómo los sienta.
Exalto el Hip Hop y su mensaje de rescate de una juventud, que no se puede dejar afectar por sus deficiencias, ni rebasar por la sociedad alienada, a esa juventud el Hip Hop la llama a que rompa las cadenas, expanda sus aletas y cante victoriosa vivo, siento, existo y no me lo voy a dejar arrebatar por nada ni por nadie. El Hip Hop es una invitación a luchar, y la sola lucha ya nos hace victoriosos, nadie garantiza el resultado, nadie nos puede ahorrar el dolor, pero esa valentía los hace capaces de arriesgarlo todo, y sólo a quienes son capaces de arriesgarlo todo, el mundo les pertenece.
“Esta secreta autoviolentación, esta crueldad del artista, este placer de darse forma así mismo como a una materia dura, resistente y paciente, de marcar a fuego en ello una voluntad, una crítica, una contradicción un desprecio, un no, ha acabado por producir también una profusión de belleza y de afirmación nueva y sorprendente, y quizá ella sea la que por vez primera ha creado la belleza.”
Tal como lo describen sus líricas, denuncian haber crecido en medio de la violencia, restricciones, sufrimiento y necesidad. En muchos casos el sobrevivir a tanto dolor los llevó a refugiarse en las drogas y el delito, lo cual en algunos casos ha sido superado por el llamado del arte o por respaldar a sus familias, especialmente a sus hijos.
El Hip Hop transmite a la juventud desesperada, perdida y asfixiada de los barrios un mensaje de fuerza, de espontaneidad con la vida y con ellos mismos, de lucha en medio de la adversidad, ellos nos invitan a decir “esto es lo que soy”; en sus palabras “este es mi flow”.
El rapero o hiphoper es un luchador, salió a la vida por él mismo, con lo único que nadie puede invadir ni apropiarse, el espíritu. Tal vez salga del barrio, tal vez no lo haga, pero de cualquier manera plantea reconciliarse con la vida, con los sentidos, con el arte. Va disfrutar de su mujer, de sus hijos y de aquellas cosas que le rodean que le traen satisfacciones a su existencia, no va permitir que un entorno nocturno le impida vivir, a pesar del barrio va a ser, a pesar del dolor y el sufrimiento la vida tiene “su mambo” y él lo va a cantar.
No cantan para que se compadezcan, no cantan para que los ayuden, no cantan para que acudamos a apreciarlos como fenómeno social o como prueba viviente de la existencia de un mundo violento.
Ellos cantan para que se sepa que su exceso de fuerza los hace luchadores, sobrevivientes y dadores de un arte que deja constancia de la grandeza del espíritu humano, hasta en las circunstancias más adversas y limitadas en la existencia. El Hip Hop es una nueva moral, una filosofía, es una nueva estética que dará origen a una nueva ética.
Definitivamente, el secreto del éxito mundial del Hip Hop es su honestidad, sus letras les llegan a todos, porque son escritas con autenticidad, son hechas desde el corazón. Los que escuchan las canciones les sobreviene una sonrisa pícara en el rostro y se dicen a sí mismos, “esa realidad, es como lo cantan”.
El Hip Hop es la más auténtica expresión musical del espíritu humano, es la comunicación de una nueva moral, la moral de la valía del ser humano como ser sensible, que ante cualquier cúmulo de circunstancias adversas es capaz de experimentar un arco iris de sensaciones y emociones, las que no se va a dejar arrebatar porque no emerja en el horizonte el futuro más prometedor, así se viva en el dolor.
Sí, el ser humano privado de comodidades en un barrio puede ser feliz, porque cuenta con la fortaleza en su espíritu para no dejarse vencer.
El Hip Hop tiene un punto de encuentro con la Teoría de la Voluntad Irresistible, pero por el camino de la música ¿En qué sentido?
La metáfora par excelence de la Teoría de la Voluntad Irresistible es “la piedra con aletas”, quien es la persona que reúne la fuerza, el coraje, la voluntad para impulsarse a sí mismo, exclusivamente a través de su espíritu (aletas), para que en medio de un mar de la moral, el dolor y el azar, salir victorioso en la reconciliación con su cuerpo sensible, para alcanzar la autenticidad de ser.
Recuerden que la existencia es previa a la esencia. Primero nos vemos obligados a respirar, comer y vivir, para después emprender el hallazgo de nuestra esencia, oculta en el sótano de nuestro ser.
Pasamos de vivir (cumplidores de funciones vitales), a existir (autonomía de vivir en comunión con nuestra esencia).
El hombre y la mujer modernos se proponen el trabajo del escultor, a quien se le impone por delante un monumental trozo de mármol, que tiene oculta la esencia y, que a fuerza de martillazos va desvelando, hasta que se revela la obra maestra del ser, ese hombre y mujer modernos sudan, sufren accidentes con el martillo, se agotan, pero al finas satisfechos y orgullosos se embelezan ante la obra de arte de ser ellos mismos.
Siempre existirán las voces de censura, los moralistas por oficio, las lenguas sin manos, a esos que se dan golpes de pecho, posando sus rodillas en suelo sagrado, que pasan la vida vociferando, se dicen a sí mismo “buenos” y de la boca para fuera dicen que todos somos iguales, pero la verdadera bandera escondida detrás de esta estratagema es “trato igual a los iguales” y “trato desigual a los desiguales”, por lo tanto jamás un trato “igual” a un “desigual”. Pobres de ellos, almas débiles y perdidas que no tiene el valor para aceptar el perspectívismo, que cada quien se formule sus postulados cómo los sienta.
Exalto el Hip Hop y su mensaje de rescate de una juventud, que no se puede dejar afectar por sus deficiencias, ni rebasar por la sociedad alienada, a esa juventud el Hip Hop la llama a que rompa las cadenas, expanda sus aletas y cante victoriosa vivo, siento, existo y no me lo voy a dejar arrebatar por nada ni por nadie. El Hip Hop es una invitación a luchar, y la sola lucha ya nos hace victoriosos, nadie garantiza el resultado, nadie nos puede ahorrar el dolor, pero esa valentía los hace capaces de arriesgarlo todo, y sólo a quienes son capaces de arriesgarlo todo, el mundo les pertenece.
“Esta secreta autoviolentación, esta crueldad del artista, este placer de darse forma así mismo como a una materia dura, resistente y paciente, de marcar a fuego en ello una voluntad, una crítica, una contradicción un desprecio, un no, ha acabado por producir también una profusión de belleza y de afirmación nueva y sorprendente, y quizá ella sea la que por vez primera ha creado la belleza.”
NIETZSCHE
Autor: Enrique Guillen.
0 comentarios :
Publicar un comentario