Este mes les presentamos un nuevo artículo reliquia del archivo periodistico 2aches de Juan Data, quien nos comparte un texto publicado en 2004. En ocasión del lanzamiento del tercer trabajo de los mexicanos Control Machete, la gran banda del país azteca; el DJ, productor y devenido selector Toy batía su posición en el panorama de esos años. El Control, que supo sentar presedentes en los 90s con el fundamental "Mucho barato" y desde ahi se hizo lugar en el podio del rap latinoamericano, se jugaba un nuevo cartucho intentando mantener el título ganado a base de discazos y sonido único y potente... enterate como lo afrontaron. ¡Artillería pesada!, pasen y lean nenes...
Intro:
Lo conocí a Toy Hernández en su primera visita a Buenos Aires, con Control Machete, allá por 1997. Desde entonces nuestros caminos nos han cruzado innumerable cantidad de veces. De hecho, cuando emigré a los Estados Unidos en 2001 fue en parte por culpa de Toy quién me recomendó como periodista de hip-hop latinoamericano para una revista de música con base en Los Angeles.
En 2004, después de un largo silencio, Control Machete volvía con un tercer disco oficial y fue mi excusa para agarrarlo a Toy en el teléfono y analizar el estado de la escena global del rap en castellano desde su privilegiado punto de vista.
Curiosamente, al poco tiempo de la salida de aquel disco Toy pasaría a convertirse en la cabeza de un nuevo sello discográfico, Machete Records, subsidiaria de Universal y culpable principal del boom internacional del reggaetón. No salió publicado en esa entrevista, pero off the record, recuerdo que me habló de su interés en samplear y remixar cumbia, lo que haría luego con éxito bajo el nuevo pseudónimo de Toy Selectah, abriendo las puertas para toda una nueva revolución musical cuyas consecuencias se dejan oir hasta nuestros días.
Les guste o no, Toy Selectah es hoy el productor musical más mundialmente relevante que haya salido del hip-hop latinoamericano.
Lo conocí a Toy Hernández en su primera visita a Buenos Aires, con Control Machete, allá por 1997. Desde entonces nuestros caminos nos han cruzado innumerable cantidad de veces. De hecho, cuando emigré a los Estados Unidos en 2001 fue en parte por culpa de Toy quién me recomendó como periodista de hip-hop latinoamericano para una revista de música con base en Los Angeles.
En 2004, después de un largo silencio, Control Machete volvía con un tercer disco oficial y fue mi excusa para agarrarlo a Toy en el teléfono y analizar el estado de la escena global del rap en castellano desde su privilegiado punto de vista.
Curiosamente, al poco tiempo de la salida de aquel disco Toy pasaría a convertirse en la cabeza de un nuevo sello discográfico, Machete Records, subsidiaria de Universal y culpable principal del boom internacional del reggaetón. No salió publicado en esa entrevista, pero off the record, recuerdo que me habló de su interés en samplear y remixar cumbia, lo que haría luego con éxito bajo el nuevo pseudónimo de Toy Selectah, abriendo las puertas para toda una nueva revolución musical cuyas consecuencias se dejan oir hasta nuestros días.
Les guste o no, Toy Selectah es hoy el productor musical más mundialmente relevante que haya salido del hip-hop latinoamericano.
Control Machete: Hip Hop En Libertad
(publicado originalmente en Hip Hop Nation, España, 2004)
Si eres fan del rap en castellano –y si tienes esta revista en tus manos, lo más provable es que así sea- de seguro ya oiste hablar de Control Machete. La razón es muy sencilla: ningún otro grupo que rimase en la lengua de Cervantes ha alcanzado tanta popularidad a nivel mundial.
Control Machete se impuso, desde su primer disco, cómo el primer grupo de rap latino transnacional. Cuando el rap apenas germinaba como género musical nuevo en la mayoría del mundo hispanoparlante y los pocos exponentes que había, no trasponían las fronteras del ámbito underground y local, Control Machete salió casi de la nada y en cuestión de meses –MTV mediante- conquistó el mercado discográfico latino, consagrándose como el primer grupo de su tipo, en la historia, en alcanzar ventas de discos millonarias.
Aunque ahora muchos renieguen de ello, todos los que vivimos esa época, alucinamos con “Comprendes Méndez”, aquel primer hit que los lanzó al estrellato en 1996. Analizándolo desde el presente, claro, suena casi infantil aquella primitiva copia traducida de Cypress Hill; pero no podemos ignorar el fuertísimo impacto que tuvo en el mundo del hip hop a nivel histórico al hacer que las discográficas multinacionales por primera vez se fijasen en un género como el rap con intereses comerciales.
ENFRENTANDO LOS PREJUICIOS
Control Machete se impuso, desde su primer disco, cómo el primer grupo de rap latino transnacional. Cuando el rap apenas germinaba como género musical nuevo en la mayoría del mundo hispanoparlante y los pocos exponentes que había, no trasponían las fronteras del ámbito underground y local, Control Machete salió casi de la nada y en cuestión de meses –MTV mediante- conquistó el mercado discográfico latino, consagrándose como el primer grupo de su tipo, en la historia, en alcanzar ventas de discos millonarias.
Aunque ahora muchos renieguen de ello, todos los que vivimos esa época, alucinamos con “Comprendes Méndez”, aquel primer hit que los lanzó al estrellato en 1996. Analizándolo desde el presente, claro, suena casi infantil aquella primitiva copia traducida de Cypress Hill; pero no podemos ignorar el fuertísimo impacto que tuvo en el mundo del hip hop a nivel histórico al hacer que las discográficas multinacionales por primera vez se fijasen en un género como el rap con intereses comerciales.
ENFRENTANDO LOS PREJUICIOS
Cómo siempre sucede, todo gran éxito espontáneo, trae consigo cuestionamientos, críticas, prejuicios, envidias y desacreditaciones por parte del underground, de aquellos que se jactan de ser los portadores de la eterna verdad del hip hop. Desde aquel primer disco, Control Machete no ha dejado nunca de estar en el banquillo de los acusados, frente a un tribunal de ortodoxos hip hopperos que infaltablemente han puesto en duda la genuina pertenencia del grupo al movimiento.
Hoy Control Machete vuelve a la carga con un impecable tercer disco y un miembro menos –Fermin IV se alejó del grupo para seguir su carrera solista haciendo rap cristiano tras su conversión- y las acusaciones vuelven a repetirse. Para hacerles frente tenemos aquí a Toy, productor, DJ y mentor del grupo original de Monterrey, México que de entrada nos dice que se siente “más hip hoppero que nunca”.
“Yo le tengo mucho respeto a la cultura. Para mi la cultura no es vestirse de Adidas y salir a la calle a bailar break, porque para mí también es haber descubierto los vinilos de doce pulgadas y haber aprendido a manejar las tornamesas desde 1984. Para mi eso es igual de hip hop que el hecho de bailar break. Yo nunca he sentido que tenga que justificarme, porque fui como muy seguro de dónde vengo y qué fue lo que hice y que somos mexicanos y que más allá de cualquier otra cosa, tenemos que inventarnos nuestra propia historia de hip hop. No es una historia del Bronx, no es una historia de Brooklyn, ni de Queens. Se trata de cómo lo vivimos en Monterrey. Son cosas muy diferentes. En ese sentido creo que Control generó un hip hop desde su propio punto de vista”.
Uno de los factores que ha generado más críticas por parte de la ortodoxia hip hop fue el hecho de que tanto Pato como Fermin IV, los dos MC’s del grupo (aunque nunca hayan asumido título semejante) cargasen con un pasado rockero y ya todos sabemos el tipo de prejuicios que eso puede desencadenar. “En el caso del Pato,” comenta Toy, “desde que lo conozco que rappea, ya sea con bandas de rock o de hip hop. Y el caso de Fermín también es muy similar, Fermín siempre escuchó hip hop aunque tocase la guitarra en una banda de hard-core rappeado. Esas cosas fueron las que nos marcaron. Un día dijimos vamos a hacer unas rolas de hip hop, con beat y todo y de repente sin darnos cuenta llevábamos seis, ya parecía un proyecto”.
Si a Pato y Fermín se les critica su pasado rockero, a Toy se lo podría acusar, desde el mismo punto de vista obtuso, de congeniar con otros géneros musicales en su desempeño como productor. Hace menos de un año sorprendió con su trabajo de postproducción y mezclas para el último disco de Gustavo Cerati, máximo ícono del pop-rock latinoamericano. “Es muy loco lo que pasa con el caso de Cerati, no se si lo habías visto, pero Cerati es de los músicos rockeros más hip hopperos, sin darse cuenta. Es el primer roquero de Sudamérica al que vi trabajando con un MPC, la piedra angular de los productores de hip hop”.
DEL HIP HOP Y SUS LIMITACIONES
Hoy Control Machete vuelve a la carga con un impecable tercer disco y un miembro menos –Fermin IV se alejó del grupo para seguir su carrera solista haciendo rap cristiano tras su conversión- y las acusaciones vuelven a repetirse. Para hacerles frente tenemos aquí a Toy, productor, DJ y mentor del grupo original de Monterrey, México que de entrada nos dice que se siente “más hip hoppero que nunca”.
“Yo le tengo mucho respeto a la cultura. Para mi la cultura no es vestirse de Adidas y salir a la calle a bailar break, porque para mí también es haber descubierto los vinilos de doce pulgadas y haber aprendido a manejar las tornamesas desde 1984. Para mi eso es igual de hip hop que el hecho de bailar break. Yo nunca he sentido que tenga que justificarme, porque fui como muy seguro de dónde vengo y qué fue lo que hice y que somos mexicanos y que más allá de cualquier otra cosa, tenemos que inventarnos nuestra propia historia de hip hop. No es una historia del Bronx, no es una historia de Brooklyn, ni de Queens. Se trata de cómo lo vivimos en Monterrey. Son cosas muy diferentes. En ese sentido creo que Control generó un hip hop desde su propio punto de vista”.
Uno de los factores que ha generado más críticas por parte de la ortodoxia hip hop fue el hecho de que tanto Pato como Fermin IV, los dos MC’s del grupo (aunque nunca hayan asumido título semejante) cargasen con un pasado rockero y ya todos sabemos el tipo de prejuicios que eso puede desencadenar. “En el caso del Pato,” comenta Toy, “desde que lo conozco que rappea, ya sea con bandas de rock o de hip hop. Y el caso de Fermín también es muy similar, Fermín siempre escuchó hip hop aunque tocase la guitarra en una banda de hard-core rappeado. Esas cosas fueron las que nos marcaron. Un día dijimos vamos a hacer unas rolas de hip hop, con beat y todo y de repente sin darnos cuenta llevábamos seis, ya parecía un proyecto”.
Si a Pato y Fermín se les critica su pasado rockero, a Toy se lo podría acusar, desde el mismo punto de vista obtuso, de congeniar con otros géneros musicales en su desempeño como productor. Hace menos de un año sorprendió con su trabajo de postproducción y mezclas para el último disco de Gustavo Cerati, máximo ícono del pop-rock latinoamericano. “Es muy loco lo que pasa con el caso de Cerati, no se si lo habías visto, pero Cerati es de los músicos rockeros más hip hopperos, sin darse cuenta. Es el primer roquero de Sudamérica al que vi trabajando con un MPC, la piedra angular de los productores de hip hop”.
DEL HIP HOP Y SUS LIMITACIONES
“Yo creo que el hip hop es libertad, no es seguir fórmulas. El hacer música a partir del reciclaje para mí es un lujo de libertad como pocos. Porque cuando sampleas, sampleas lo mismo de esto que del otro, cualquier cosa. Yo experimento una sensación extrema de libertad al hacer hip hop en la actualidad y al estar seguro de lo que hago es hip hop”.
Pero ese entendimiento de lo que es ser o hacer hip hop sabemos que varía según quién sea el artista. Mientras la nueva escuela del rap en castellano, tanto en España como en Latinoamérica, parece inclinarse hacia la supremacía del MC, la complejidad de las letras y el ingenio detrás de las rimas; Control Machete despacha un rap totalmente despojado de ego-tripping y versos de competición, más concentrados en la producción y la sonoridad final del producto que en la escritura en sí. La voz, las rimas, las letras, el mensaje, pasan a un segundo plano y son utilizadas casi como un instrumento más en las mezclas que tan hábilmente produce Toy en la consola.
“Yo creo que al Control no le toca hacer ese papel en el hip hop en castellano. Hay otros muchos a los que les pueda tocar el papel de decir: “esto es un disco donde el MC es el personaje principal y todo lo demás, está alrededor de sus rimas”. A este disco no le tocaba hacer eso, sino, creo yo, todo lo contrario. ¿Cuántos discos nos pasan de buenos MC’s pero que la música no está proponiendo nada nuevo? Buscan sonar como Premiere o Dre, en su mejor época y ahí están los beats, pretendiendo llegar a un nivel que a lo mejor no llegan. En España pasa mucho eso, será por el purismo de decir “esto es lo que hago porque esto es así y así es el hip hop”. Me tocó por ejemplo, conocer a Dan The Automator el sábado y ese es un ejemplo cabal de la irreverencia al hacer música. De hacer lo que quieres, pasar de hacer un disco de culto (Dr. Octagon) a hacer algo como Gorillaz que dio un vergazo a nivel mundial, a partir de una idea de experimentar. El mismo Pato como que tira también hacia ese lado, dejar a un lado el protagonismo (de la voz) y decir esto es parte de lo demás”.
FEATURING
Pero ese entendimiento de lo que es ser o hacer hip hop sabemos que varía según quién sea el artista. Mientras la nueva escuela del rap en castellano, tanto en España como en Latinoamérica, parece inclinarse hacia la supremacía del MC, la complejidad de las letras y el ingenio detrás de las rimas; Control Machete despacha un rap totalmente despojado de ego-tripping y versos de competición, más concentrados en la producción y la sonoridad final del producto que en la escritura en sí. La voz, las rimas, las letras, el mensaje, pasan a un segundo plano y son utilizadas casi como un instrumento más en las mezclas que tan hábilmente produce Toy en la consola.
“Yo creo que al Control no le toca hacer ese papel en el hip hop en castellano. Hay otros muchos a los que les pueda tocar el papel de decir: “esto es un disco donde el MC es el personaje principal y todo lo demás, está alrededor de sus rimas”. A este disco no le tocaba hacer eso, sino, creo yo, todo lo contrario. ¿Cuántos discos nos pasan de buenos MC’s pero que la música no está proponiendo nada nuevo? Buscan sonar como Premiere o Dre, en su mejor época y ahí están los beats, pretendiendo llegar a un nivel que a lo mejor no llegan. En España pasa mucho eso, será por el purismo de decir “esto es lo que hago porque esto es así y así es el hip hop”. Me tocó por ejemplo, conocer a Dan The Automator el sábado y ese es un ejemplo cabal de la irreverencia al hacer música. De hacer lo que quieres, pasar de hacer un disco de culto (Dr. Octagon) a hacer algo como Gorillaz que dio un vergazo a nivel mundial, a partir de una idea de experimentar. El mismo Pato como que tira también hacia ese lado, dejar a un lado el protagonismo (de la voz) y decir esto es parte de lo demás”.
FEATURING
Una de las mayores sorpresas de Uno, Dos: Bandera, el nuevo disco de Control Machete está en las colaboraciones, muchas de ellas desprejuiciadas (como la de invitar a hacer los coros a Natalia Lafourcade, una niña de 19 años que canta pop de Top40). Pero las que más nos interesan a nosotros son dos: la de Caballeros del Plan G y la de Anita Tijoux.
Caballleros del Plan G son un grupo de la localidad provinciana de Gómez Palacio que así y todo, siendo de pueblo chico, llegaron a hacerse escuchar en todo México encabezando al hip hop independiente. Control Machete nunca había incluído en sus trabajos colaboraciones de MC’s del underground, los Cabelleros además traen al Control sus rimas de competición con personalidad de b-boys, algo igualmente inédito. “Los Caballeros son unos cabrones que siempre han trabajado, que no han esperado que llegue un güey que les diga nada. Sin ninguna disquera, sin ninguna cosa, sin nada, tienen cinco discos en la calle, la llevan desde el ‘96. Eso es lo que yo les respeto a los Caballeros y les respeto la humildad con la que un día se nos acercaron. No son güeyes que estén hablando de putas, de armas, de dinero y cosas falsas, me late lo que hacen y al Pato también. Hay como una historia paralela del Control en el mainstream y los Caballeros en el under, una historia similar”.
La canción en cuestión se llama “En el camino” y justamente hace frente a los prejuicios con que los dos grupos se han topado durante sus carreras en paralelo.“No me importa ser de un lado ni del otro. Ellos también han sufrido muchas críticas de rapperos del mismo under por ser rapperos de provincia...”
El caso de Anita Tijoux –“la mejor MC mujer de Latinoamérica,” según Toy- es aún más llamativo. Makiza había sido la gran promesa del hip hop sudamericano hacia finales de los 90’s y tranquilamente podría haber alcanzado la magnitud de Control Machete, de no ser porque la mitad femenina del grupo decidió abandonar su carrera como MC y regresar a su tierra natal: París. “Una vez la encontré en Chile cuando fui con Los Tetas, ya la había conocido cuando fuimos a tocar con Control en el ‘98 y estaba recién pegando Makiza. Escuché lo de Makiza y me encantó. Fueron como dos o tres años que pasé escuchando el disco de Makiza. Luego hicimos contacto en el 2000 en Chile, pero fue justo cuando ella se fue a vivir a Francia”. Después del regreso de Anita a Chile y a la música (encabeza un grupo de acid jazz llamado Aluzinati), Toy la contactó para participar en el regreso de Control Machete y “ni hizo falta que se lo dijese dos veces, ya estaba con un pie en el avión”.
Ahora bien, con el nivel de exposición que Control Machete alcanzó a nivel mundial (tienen material editado en Alemania, Australia, Japón, Inglaterra...), bien podrían haberse agendado una colaboración de algún artista de renombre de los Estados Unidos y usarlo como palanca para entrar al mercado de habla inglesa. Sin embargo, como explica Toy, “los Estados Unidos como que pasaron a segundo plano en esa historia un poco” y Control Machete no estaba dispuesto pagar para tener un featuring de quién sea rimando en inglés (tomen nota los que los acusan de venderse). Pero siendo que España es hoy por hoy el mercado más rico y próspero en cuanto a rap en castellano, extraña por demás la ausencia de algún rimador de la Península Ibérica. “Me quedé con ganas de invitar a Eddie La Sombra, pero estoy seguro de que cuando lo contacte de nuevo se va a armar algo bueno. La Mala también me hubiese gustado pero es muy especial, tiene un temperamento fuerte y marcado. Cuando estuvo 7 Notas por acá tampoco fue la mejor experiencia porque también el Oliver es como especial, ¿no?”
EL FUTURO DEL RAP HISPANO
Caballleros del Plan G son un grupo de la localidad provinciana de Gómez Palacio que así y todo, siendo de pueblo chico, llegaron a hacerse escuchar en todo México encabezando al hip hop independiente. Control Machete nunca había incluído en sus trabajos colaboraciones de MC’s del underground, los Cabelleros además traen al Control sus rimas de competición con personalidad de b-boys, algo igualmente inédito. “Los Caballeros son unos cabrones que siempre han trabajado, que no han esperado que llegue un güey que les diga nada. Sin ninguna disquera, sin ninguna cosa, sin nada, tienen cinco discos en la calle, la llevan desde el ‘96. Eso es lo que yo les respeto a los Caballeros y les respeto la humildad con la que un día se nos acercaron. No son güeyes que estén hablando de putas, de armas, de dinero y cosas falsas, me late lo que hacen y al Pato también. Hay como una historia paralela del Control en el mainstream y los Caballeros en el under, una historia similar”.
La canción en cuestión se llama “En el camino” y justamente hace frente a los prejuicios con que los dos grupos se han topado durante sus carreras en paralelo.“No me importa ser de un lado ni del otro. Ellos también han sufrido muchas críticas de rapperos del mismo under por ser rapperos de provincia...”
El caso de Anita Tijoux –“la mejor MC mujer de Latinoamérica,” según Toy- es aún más llamativo. Makiza había sido la gran promesa del hip hop sudamericano hacia finales de los 90’s y tranquilamente podría haber alcanzado la magnitud de Control Machete, de no ser porque la mitad femenina del grupo decidió abandonar su carrera como MC y regresar a su tierra natal: París. “Una vez la encontré en Chile cuando fui con Los Tetas, ya la había conocido cuando fuimos a tocar con Control en el ‘98 y estaba recién pegando Makiza. Escuché lo de Makiza y me encantó. Fueron como dos o tres años que pasé escuchando el disco de Makiza. Luego hicimos contacto en el 2000 en Chile, pero fue justo cuando ella se fue a vivir a Francia”. Después del regreso de Anita a Chile y a la música (encabeza un grupo de acid jazz llamado Aluzinati), Toy la contactó para participar en el regreso de Control Machete y “ni hizo falta que se lo dijese dos veces, ya estaba con un pie en el avión”.
Ahora bien, con el nivel de exposición que Control Machete alcanzó a nivel mundial (tienen material editado en Alemania, Australia, Japón, Inglaterra...), bien podrían haberse agendado una colaboración de algún artista de renombre de los Estados Unidos y usarlo como palanca para entrar al mercado de habla inglesa. Sin embargo, como explica Toy, “los Estados Unidos como que pasaron a segundo plano en esa historia un poco” y Control Machete no estaba dispuesto pagar para tener un featuring de quién sea rimando en inglés (tomen nota los que los acusan de venderse). Pero siendo que España es hoy por hoy el mercado más rico y próspero en cuanto a rap en castellano, extraña por demás la ausencia de algún rimador de la Península Ibérica. “Me quedé con ganas de invitar a Eddie La Sombra, pero estoy seguro de que cuando lo contacte de nuevo se va a armar algo bueno. La Mala también me hubiese gustado pero es muy especial, tiene un temperamento fuerte y marcado. Cuando estuvo 7 Notas por acá tampoco fue la mejor experiencia porque también el Oliver es como especial, ¿no?”
EL FUTURO DEL RAP HISPANO
“Para mi la historia del hip hop en castellano está empezando,” asegura Toy, quién gracias a Control Machete ha tenido la posibilidad de viajar por el mundo y hacer de puente entre las diversas escenas del hip hop latino desde antes de que exisistiese la internet y revistas internacionales como Hip Hop Nation.
“En España pueden decir que ya están a nivel internacional, los respeto, llevan más tiempo y la condición de ser un país del primer mundo en Europa te da como más facilidades comparado a lo que podamos tener en Perú o en Venezuela, por ejemplo.
Control Machete salió desde un principio a conocer todo lo que había. A España cuando fuimos y trajimos los discos de CPV, de 7 Notas, de todo lo que había en esa primera camada. Fuimos a Chile y lo mismo con Tiro De Gracia, con Makiza, con Panteras Negras. En Argentina con Actitud María Marta, con Bola 8 y con aquellos Sindicato de los primeros compilados. La Etnia en Colombia. Ahorita me da bastante gusto que nosotros hayamos funcionado como conexión entre los países en ese entonces, en la época del contrabando mano a mano, de pasarse los discos”.
“Me pone muy contento el hecho de que si se conoce 7 Notas aquí en Mexico es porque nosotros trajimos los discos, si se conoce Tiro De Gracia y las cosas de Chile fue porque las trajimos. Ayudamos un poco trayendo cosas. Incluso Psycho Realm cuando recién los trajimos. Tuvimos la posibilidad de traer los discos y contagiar a mucha gente. Luego con el sello, editar a 7 Notas, el primer disco de La Mala, traer a Los Tetas. El Control siempre como que tendió esos puentes. Entonces ahora me agrada la idea de que estén pasando cosas chingonas en Latinoamerica y España”.
“Yo creo que lo mejor está por verir. La gente latina en los EE UU está agarrando más fuerza. El Control está en medio, en conexión, y respetado en todos lados”.
Nos queda aún una duda. ¿Es este un regreso genuino de Control Machete o simplemente se volvieron a reunir para sacar un disco y satisfacer un contrato por tres discos con una disquera multinacional? ¿Volvieron para quedarse o van a volver a desaparecer cuando acabe la promoción de Uno, Dos: Bandera? ¿Volverán a tomarse cuatro años sabáticos para dedicarse a sus proyectos personales? A todo esto Toy contesta de manera lacónica: “El Control Machete no se fue nunca”.
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