Otra historia de pibes que bailan incursionando en escuelas, talleres, combinados, grupos de danzas de otros estilos. Con mucho sentimiento y amor por el break siempre vemos a alguien demostrando el baile de las calles en diversos ambitos, muchos ganandose la vida de esta manera y a la vez el respeto por el arte que desarrollan. Dos fieles reflejos de esto son los que cuentan su experiencia integrando un grupo de baile polifacetico y enseñando en los barrios; lean lo que tienen para decir los Bboys Wizard y Ares.
"El Hiphop que habito según Nelson Ares y Nelson Wizard".
Hoy se repone la obra "Como una niebla". Se trata de un espectáculo muy en la línea de mixtura de distintos lenguajes coreográficos que lleva la firma de la bailarina y coreógrafa Andrea Servera. En Como una niebla, en el que Servera despliega un montaje con elementos biodramáticos, es imposible no reparar en el trabajo de dos Nelson (Barrios y Simonelli). Ambos bailan un hip hop que mamaron en las esquinas del suburbio bonaerense. En alguna esquina de ese recorrido dieron con Andrea, especie de madraza en todo aquello que implica la construcción de un lenguaje coreográfico basado en la fusión de la danza contemporánea con otras de neto corte popular (sea malambo, sea break dance)
"Andrea no impone condiciones. Pone una meta y vos, en el proceso, vas sacando conclusiones. Eso da libertad. Es la línea que trabajamos en el Combinado Argentino de Danza [CAD] y en Como una niebla. ¿Ves?, esa libertad hace que no me separe de ella. Después, claro, al estar laburando con Andrea tenés la posibilidad de conocer a un vago como Wizard. A él yo ya lo tenía del circuito del hip hop, pero no lo comprendía del todo. Hablando con él entendí un montón de cosas, no habla al pedo".
El que habla es Nelson, conocido como Ares y el que se apellida Barrios. El que lo escucha es el otro Nelson, conocido como Wizard y el que se apellida Simonelli. En Como una niebla despliegan una calidad de movimiento de una textura, una densidad y una energía que no pasa inadvertida. Se conocen de hace tiempo, pero, a contramano de las rondas del hip hop, entre ellos no hay competencia. También es cierto que hay una razón importante: Ares es un especialista en el trabajo de arriba (brazos) y Wizard un experto en el trabajo de piso (piernas).
Ares es el señor del slow motion , de la mutación hacia el registro corporal de lo zombie o lo robótico, o el que adopta unas posturas corporales vecinas al butoh. Wizard es puro dinamismo, pero es una energía que busca su concentración, su punto de fuga, una mutación que está más allá de la pura demostración de una pirueta (una pirotecnia física de esencia hiphopera que maneja a la perfección). Y se complementan.
"Andrea no impone condiciones. Pone una meta y vos, en el proceso, vas sacando conclusiones. Eso da libertad. Es la línea que trabajamos en el Combinado Argentino de Danza [CAD] y en Como una niebla. ¿Ves?, esa libertad hace que no me separe de ella. Después, claro, al estar laburando con Andrea tenés la posibilidad de conocer a un vago como Wizard. A él yo ya lo tenía del circuito del hip hop, pero no lo comprendía del todo. Hablando con él entendí un montón de cosas, no habla al pedo".
El que habla es Nelson, conocido como Ares y el que se apellida Barrios. El que lo escucha es el otro Nelson, conocido como Wizard y el que se apellida Simonelli. En Como una niebla despliegan una calidad de movimiento de una textura, una densidad y una energía que no pasa inadvertida. Se conocen de hace tiempo, pero, a contramano de las rondas del hip hop, entre ellos no hay competencia. También es cierto que hay una razón importante: Ares es un especialista en el trabajo de arriba (brazos) y Wizard un experto en el trabajo de piso (piernas).
Ares es el señor del slow motion , de la mutación hacia el registro corporal de lo zombie o lo robótico, o el que adopta unas posturas corporales vecinas al butoh. Wizard es puro dinamismo, pero es una energía que busca su concentración, su punto de fuga, una mutación que está más allá de la pura demostración de una pirueta (una pirotecnia física de esencia hiphopera que maneja a la perfección). Y se complementan.
Wizard conoció a Servera en un festival de Ciudad Emergente. Un amigo le dijo: "Es una grossa". Al rato, ella lo invitó a bailar en un espacio de improvisación. Y ya está (debe ser cierto que una cosa lleva a la otra). Así conoció más profundamente a Ares y vinieron las experiencias en Mica, en Tecnópolis y el nacimiento del CAD ("el combinado es como las sesiones de jazz de improvisación, pero con un agregado de bombo, beatbox, charango, hip hop, contemporáneo, videos, break, zapateo y un DJ", cuentan a coro). Agrego: una vez en esa, "a bailar hasta quedar exhaustos", como dicen los integrantes del CAD. Y me permito otra acotación: "La cuestión es romper con la barrera del prejuicio", como dice Brian Milo Moya, otro integrante del combinado que forma parte de la misma crew que Ares: ZNC.
Ares conoció al hip hop en su "comarca" (Virreyes) en esquinas, plazas o "en donde dé". No había lugar fijo, se hacía donde se podía. "Bailábamos sin música, lo cual es re difícil. O si aparecía un grabador, se escuchaba rap, que no da. O marcha, que tampoco. A partir de ahí, de a poco, fui entendiendo de qué venía la cosa. Robaba de lo que veía hacer en otras esquinas", cuenta. Y la fue remontando. Con el padre de Milos (el que propone vencer las barreras del prejuicio) emprendió hacer olas (o waving , según la jerga, ese fluir de un movimiento que se traslada por el cuerpo como una mismísima ola),
"Hasta hace 4 años era regordo. Con la grasa del cuerpo la ola me salía rebién -se ríe el actual flaco-. Así fui aprendiendo de dónde venía todo y empecé a sacar mis propias conclusiones." Buena parte de los primeros porrazos del aprendizaje se los dio en Puertas al Arte, una fundación que funciona en La Cava. Allí se sigue dando porrazos, tomando clases y dándolas.
Ares conoció al hip hop en su "comarca" (Virreyes) en esquinas, plazas o "en donde dé". No había lugar fijo, se hacía donde se podía. "Bailábamos sin música, lo cual es re difícil. O si aparecía un grabador, se escuchaba rap, que no da. O marcha, que tampoco. A partir de ahí, de a poco, fui entendiendo de qué venía la cosa. Robaba de lo que veía hacer en otras esquinas", cuenta. Y la fue remontando. Con el padre de Milos (el que propone vencer las barreras del prejuicio) emprendió hacer olas (o waving , según la jerga, ese fluir de un movimiento que se traslada por el cuerpo como una mismísima ola),
"Hasta hace 4 años era regordo. Con la grasa del cuerpo la ola me salía rebién -se ríe el actual flaco-. Así fui aprendiendo de dónde venía todo y empecé a sacar mis propias conclusiones." Buena parte de los primeros porrazos del aprendizaje se los dio en Puertas al Arte, una fundación que funciona en La Cava. Allí se sigue dando porrazos, tomando clases y dándolas.
Cosa de suburbios
Wizard es de Adrogué. En el verano del 98 (mientras Nancy Duplaá, Celeste Cid y Fernán Mirás protagonizaban aquella tira), él se juntó con sus primos de Ituzaingó que hacían break. Le enseñaron tres pasos básicos: pararse con una mano; moverse en el suelo en círculo que, algunos, llaman "el reloj", y ejercicios de espalda. A esos tres tips les dio duro sobre el asfalto o sobre el pasto ("para no reventarme tanto").
Otro vago se le unió y empezó a probar otras cosas y, de a poco, fue gestando el entramado. Así fue armando lo que él llama la "procesión del hip hop": eso de ir de Burzaco a Quilmes y de Quilmes a Berazategui, de evento a evento, para ver, para aprender, para imitar, para toparse con pares. En medio de esa procesión, a veces, en MuchMusic, pegaba tres segundos de un pibe bailando hip hop que él grababa en un cassette de VHS y, luego, mandaba en slow para poder imitar. Lo hacía en su casa, solo. "Claro que después de pasarlo 70 veces la cinta se estiraba y no había forma de volver a usarla", reconoce quien, hasta hace algunos años, trabajó en un show de Ben 10 en suelo asiático ("pagaban bien").
De toda aquella (pre)historia del hip hop plagada de porrazos en las esquinas la cosa fue cambiando. Para ellos, y para el hip hop. De hecho, para ciertas bebidas energizantes o para cierto nicho del diseño de indumentaria, esta danza urbana se transformó en un elemento de marketing. "Tenés marcas que trabajan directamente para el hip hop. Muchas están haciendo cualquiera", apunta Ares. "Igual, este país es raro para el hip hop. Acá vas a cualquier lado y escuchás cumbia o rock and roll", acota Wizard.
Con el Combinado Argentino de Danza Nelson y Nelson (o Nel y Son, como algunos le dicen; o Ares y Wizard, como la mayoría los conocen siguiendo la tradición de tener un apodo) se presentaron en varios pueblos del interior. "También estuvimos en un hogar de ancianos en San Martín. Ahí agarramos un grabador rechiquito que había, nos pusimos a bailar y los viejitos nos miraron como no entendiendo nada", recuerda Wizard. "Sí, cierto, pero terminaron todas recontentos. Eso te infla el pecho de orgullo... Algo debemos estar haciendo bien, debe ser eso", remata su amigo.
. Wizard según Ares:
"Es una locomotora. Se tira para atrás y se levanta con la muñeca. Vos decís: «¡guau, buenísimo!, pero se rompió todo». ¡No! El cuerpo te da mucho más de lo que pensás, lo tiene clarísimo"
. Ares segun Wizard:
"En el CAD tiene una expresión en la cara reflashera. En su solo es como que baja un zombie y se mete en todo el universo de lo tremendo. Ares es pura expresión"
Extraido de La Nacion.com.ar
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