E.E.R.: Estilo cling-caja

Written By Fde on 26.7.13 | 26.7.13


Es gracioso ver la forma en que los sitios de internet "jipjoperos" toman las noticias de lanzamientos de discos de rappers multimillonarios de la industria como Jay Z o Kanye West. Es como si fuera la "noticia del año" o algo que define el género... Nosotros no nos fascinamos con la música envasada pal consumo masivo, asique en vez de darle más prensa de la que tienen (¡por más que no quieras escuchar, te van a obligar!) te compartimos por lo menos un interesante artículo que analiza esta situacion como para que leas otra cosa más que el "compra, consumí y seguí embobado al rebaño"...





Jay-Z, Magna Carta... ¡cling-caja!

Cuesta encontrar un mejor sinónimo actual de capitalismo en la industria de la música que el negocio del hip-hop corporativo estadounidense, encarnado en especial este año en la coincidencia entre las dos superestrellas Kanye West y Jay-Z con sus respectivos nuevos discos, separados por unas pocas semanas. Uno se llama Yeezus, nada menos, y el otro Magna Carta... Holy Grail, para no ser menos grandilocuente: O sea entre el Santo Grial y la Carta Magna, que es un sinónimo de la Constitución de un país. Pero es claro que el objetivo está lejos de ser una asamblea constituyente para cambiar nada en el país personal de Jay-Z, uno de los raperos y productores más exitosos del siglo, porque su prioridad ya está instituida y es ésa: El culto a la personalidad y la arrogancia del éxito individual. Y no tiene sentido considerar todos estos unos asuntos extramusicales cuando Jay-Z se encarga de impregnar su condición de magnate en todos los aspectos del disco, desde las rimas hasta la producción y la comercialización.

En términos musicales son buenas noticias. Porque la producción de lujo está asegurada en el disco de un astro de este tamaño, y es un ítem que sí tiene que ver con talento convocado y no sólo con millones de dólares. El músico y rapero Timbaland siempre será una garantía de producción artística y, ahora, de regreso al lado de Jay-Z, está involucrado en la factura de diez de estas dieciséis canciones, en siete de ellas junto al productor Jerome Harmon, alias J-Roc. Aparte, si está Timbaland no puede andar lejos su socio Justin Timberlake, protagonista de otro de los lanzamientos millonarios de 2013 (con The 20/20 experience), y que aquí figura como invitado en la primera canción. Y a dar más lustre a las sesiones llega también Pharrell Williams, de los recordados N.E.R.D. y The Neptunes, a hacerse cargo de la producción de "Oceans".

Con esos créditos Magna Carta... Holy Grail es un desfile estimulante de rimas sobre timbres de sintetizadores, bajos profundos y poderosos, ritmos adictivos y diversas citas musicales. Aquí están referidos los R.E.M. de "Losing my religion" en la canción "Heaven", los Nirvana de "Smells like teen spirit" en "Holy Grail", A Tribe Called Quest en "Versus", o The Notorious B.I.G. en "Jay-Z blue": grupos y músicos de rock alternativo y de rap de los años '80 y '90, que de paso revelan la generación a la que pertenece Jay-Z.

Pero esas mismas citas y samples son parte de los contenidos del disco que sirven sobre todo para retratar la línea editorial del dueño de casa. A sus 43 años, Jay-Z muestra cierto nuevo perfil familiar en canciones como "Jay-Z blue" y "Part II" —esta última con su cónyuge Beyoncé como invitada—, y una canción como la citada "Oceans" podrá tener que ver con ancestros africanos y esclavitud. Pero al mismo tiempo "Beach is better" se trata de cuánto dinero es capaz de gastar el protagonista durante un día yendo del restaurante al club nocturno ("100 grand", dice). Y en general las referencias culturales que recorren Magna Carta... Holy Grail parecen puestas ahí para construir un personaje que va en la mera búsqueda del lujo, da lo mismo si es coleccionando cuadros de Picasso o Jean-Michel Basquiat, descorchando vinos de Bordeaux, rimando Da Vinci con Givenchy, o usando al mismo Leonardo para mandar un mensaje personal desde la cama donde hace cucharita con su señora. "Sleeping every night next to Mona Lisa / The modern day version with better features", rapea Jay-Z en "Picasso baby", o sea "Dormir cada noche al lado de Mona Lisa / en versión moderna y con mejores funciones". Es un piropo a tu mujer, sobre todo si ella se llama Beyoncé Knowles, pero es también un modo de usarla para mostrar lo grande que eres si te llamas Jay-Z.

Hasta la mencionada "Smells like teen spirit", una canción que si algo simboliza es la alineación de un instinto originalmente alternativo al extremo dramático del suicidio, está deformada aquí en el mismo sentido superficial. "I feel stupid and contagious / Here we are now, entertain us", canta Kurt Cobain en el desasosiego de ese par de líneas de la canción original. "And we're stupid and contagious / and we all just entertainers", rapea Justin Timberlake, invitado a la primera canción de este disco, con cambios de letra mínimos, pero determinantes para limitarla al sentido de la celebridad. Más claro se escucha en "Oceans", donde hay una alusión a "Strange fruit", que no sólo es una canción ineludible de la cantante de jazz Billie Holiday, sino una referencia en sí misma a la cultura de las luchas por los derechos civiles y contra el racismo en EE.UU. Pero acá ni siquiera está resignificada: Es peor, está desprovista de significado, pasada colada entre los otros objetos que desfilan por este disco, lucrativo por definición y en todos los sentidos, en el simbólico y también el concreto.

No por nada Magna Carta... Holy Grail fue puesto en venta primero en versión digital por medio de una aplicación disponible sólo para los clientes de la corporación Samsung, un trato que podrá haber sido un atentado a los derechos de los (demás) consumidores, pero que funcionó de maravilla: un millón de copias compradas por adelantado, lo que en el mercado estadounidense equivale a un "disco de platino". El mismo Jay-Z lo sabía. Lo había rapeado ya en otra parte del disco. "A million sold before the album dropped", se escucha en una canción llamada "Somewhereinamerica", para confirmar cuál es la lógica de este producto y su lugar en el mundo: Eso es lo que llaman "America" en ese país llamado EE.UU.

Por David Ponce

Fuente: Lamusica.emol.com
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2 comentarios :

  1. Viejo tremenda nota, la lei entera comparto en la mayoria de las cosas hay que apoyar al under nacional nada de comprar a estos vendidos y otros al estilo de eminem, 50 cent y todo el bling bling y esa mierda!
    saludos

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    1. Gracias por comentar!. Opinamos igual, abajo con la industria y arriba la música independiente!
      Saludos!

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